El carpintero Firmín, el mejor que jamás haya existido, se ocupará de reemplazar las extremidades perdidas por el beligerante Barón von Bombus, alcanzando resultados tan espectaculares que las ganas del Barón de seguir combatiendo seguirán creciendo sin parar. Una historia sobre la importancia de las cosas bien hechas que, a pesar de la aparente sencillez de su estructura, se abre a múltiples interpretaciones y que nos recuerda aquel dicho para invocar la buena fortuna que el Barón supo aplicar tan entusiásticamente: «¡Toca madera!».